jueves, 22 de julio de 2010

Entérese lo que opinan sus padres familia

Es poco común para las instituciones educativas de nivel medio realizar encuestas que midan el nivel de satisfacción de sus clientes: sus padres de familia. Por lo general se aprovechan eventos como entrega de libretas o reuniones escolares para sondear de manera informal las inquietudes que aquejan a sus padres. No estoy en contra de esta práctica, siempre que se realice de manera sistemática. Pero esta no es la realidad de la mayoría de las escuelas y colegios. En todo caso, si existe en su institución alguna especie de sondeo, ¿quién recopila, tabula e interpreta la información? ¿Se elabora un informe al respecto? Y finalmente, ¿llega este informe a manos de los directivos, o la información se queda solo en los mandos medios?

De acuerdo a mi experiencia, lo común es que un padre de familia llegue a comentar su inconformidad con algún maestro, o en el mejor de los casos con un tutor. Si no encuentra una solución en estas instancias, unos cuantos llevarán sus quejas hasta los directivos y otros que no tengan el tiempo disponible para hacer un seguimiento a su problema se conformarán con su inconformidad...¡es hora de preocuparse!


Los directivos deben saber que no todos los docentes tienen las habilidades necesarias para abordar de la mejor manera las quejas o inquietudes de un padre de familia. La resolución de conflictos y habilidades de negociación no son innatas en todos los seres humanos. Entonces, ¿por qué dejar al libre albedrío de los docentes un aspecto inherente a toda empresa de servicio? Y por otro lado, ¿por qué esperar la valentía de un padre de familia para contar su inconformidad? ¿por qué no adelantarse y ser los directivos quienes den el primer paso y se interesen por conocer cómo se sienten y qué opinan sus padres de familia respecto a diversos aspectos de su Institución, desde académicos y deportivos hasta administrativos?


Si usted está de acuerdo conmigo y se interesa por hacer una encuesta institucional, entonces tenga en cuenta las siguientes sugerencias:


  1. No haga la encuesta, si no está dispuesto a escuchar abiertamente opiniones negativas. Nadie es infalible, y lo interesante es ver cada problema como una oportunidad para mejorar. Si usted logra superar estos retos, tendrá un padre satisfecho, escuchado y acogido; es decir que usted habrá invertido su tiempo y recursos en la mejor de las publicidades.. el "boca a boca".

  2. No haga la encuesta, si no está dispuesto a ejecutar un debido proceso que no solo concluya en una informe gerencial con un profundo análisis de las situaciones presentadas por sus clientes, sino también en una acertada retroalimentación a cada una de las "quejas o necesidades" de sus padres de familia. Por favor, no deje a un cliente esperando una respuesta que nunca va a llegar.

  3. No haga la encuesta, si son sus mismos docentes, coordinadores o tutores quienes receptarán la información. No es fácil para todos los padres quejarse, y les será aún más difícil si existe la posiblidad de herir alguna susceptibilidad de un docente o coordinador. Encuentre la manera de que esta encuesta sea anónima.


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